viernes, marzo 29, 2024
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Médicos decidirían a quien atienden con coronavirus con un volado

Tan solo Veracruz  ha registrado 79 de COVID-19 y 3 defunciones relacionadas con coronavirus.
Al tratarse de una emergencia sanitaria, las autoridades han emitido una guía para pacientes con COVID-19, en la que se establecen disposiciones científicas y éticas para que el personal médico pueda atender la contingencia.

El pasado 10 de abril, el Consejo de Salubridad General publicó la Guía Bioética de Asignación de Recursos de Medicina Crítica, que tiene el objetivo de orientar las decisiones del personal médico en caso de que la epidemia genere una demanda de recursos de medicina crítica.

Esta guía para pacientes con COVID-19 establece a quiénes se les debe dar prioridad en la atención, para lo cual se tomarán en cuenta factores como la edad, género o incluso el azar.

Entre los lineamientos de la guía para pacientes con COVID-19 destaca la realización de videollamadas para personas en estado crítico que deseen despedirse de sus familiares, recomendaciones para determinar qué enfermo será sujeto a los recursos del sector salud disponibles y una serie de reglas para que los familiares de estos pacientes puedan apelar las decisiones médicas.

Por ejemplo, en caso de que haya un empate entre dos pacientes con las mismas características como edad y sexo que requieran respiradores, uno de los insumos que escasean,  se deberá “recurrir al principio vida-completa”. Ello quiere decir que pacientes más jóvenes son quienes recibirán la atención de cuidados intensivos en lugar de pacientes de mayor edad. Sin embargo, también se indica que si al recurrir al principio de vida-completa no hay desempate, “la decisión sobre quién recibirá acceso a los recursos escasos deberá de tomarse al azar (por ejemplo, lanzando una moneda)”.

¿Qué dice la guía para pacientes con COVID-19?

La guía establece como “casos prioritarios” al personal de salud que combate la emergencia de COVID-19, a menos que tenga comorbilidades que dificulten la atención o su pronóstico sea desfavorable.

“La priorización de dicho personal de salud debe de ser absoluta. Esto quiere decir que el personal de salud que hace frente a la pandemia deberá de pasar al principio de la lista para obtener recursos escasos de medicina crítica cuando esto sea requerido. La única excepción a este punto es cuando el personal de salud presente tales comorbilidades, o su pronóstico sea tal, que sería fútil que se accediera a recursos escasos de medicina crítica”, señala el documento.

La guía para pacientes con COVID-19 precisa que “es por el valor instrumental que tienen para hacer frente a la epidemia que se debe de dar prioridad a dicho personal de salud” y agrega que se entiende por ‘personal de salud’ no únicamente a las y los médicos tratantes, “sino todo el personal que opera en primera línea: enfermería, terapeutas respiratorios, personal de mantenimiento que desinfecta las instalaciones, camilleros, etc.”

El documento apunta que durante la emergencia sanitaria el objetivo principal es salvar la mayor cantidad de vidas, en primer lugar, y la mayor cantidad de vidas-por-completarse, en segundo. Lo cual, sostiene, hace necesario que se reevalúe de manera periódica la provisión activa de cuidados críticos, como el uso de ventilación mecánica.

Para el proceso de reevaluación, todos los pacientes que se encuentren en la unidad de cuidados críticos serán puestos en un periodo de evaluación inicial. Dicho periodo será determinado de acuerdo con las características de la enfermedad.

“Si durante el periodo de evaluación inicial el paciente se deteriora de manera catastrófica (por ejemplo, shock refractario), el equipo de triaje podrá tomar la decisión de suspender dicho periodo de evaluación”.

“A los pacientes que muestren mejoría se les permitirá continuar siendo tratados en la unidad de cuidados críticos. A los pacientes que muestren una declinación clínica substancial de acuerdo con estándares clínicos objetivos y de la escala SOFA, se les retirará la atención de cuidados críticos. Esto incluye, por ejemplo, retirar la ventilación mecánica asistida”.

“Retirar al paciente de cuidados críticos solo se realizará después de que esta decisión le sea comunicada al paciente y/o a sus familiares. Y que ellos a su vez tengan la oportunidad de apelar la decisión”, agrega la Guía.

¿Cómo se debe informar a familiares?

De acuerdo con la guía para pacientes con COVID-19, el oficial de Triaje tendrá la obligación de explicar “al paciente y/o familiares las implicaciones de la decisión tomada, y cómo fue tomada. Si existen los recursos necesarios personal de servicio social o cuidados paliativos deberán estar presentes cuando: i) se le comunique a un(a) paciente, y/o familiares, que no será admitido(a) a la unidad de cuidados intensivos, ii) se le comunique a un(a) paciente, y/o familiares, que los cuidados intensivos (por ejemplo, el ventilador mecánico) le serán retirados”.

De acuerdo con la guía, “aun cuando pueda ser costumbre que el médico tratante sea quien normalmente comunica al paciente noticas sobre su tratamiento médico, en caso de una emergencia de salud pública la inclusión del Oficial Triaje tiene como objetivo reducir la angustia moral que recae sobre médicos(as) tratantes. Angustia que se exacerba por el número de pacientes críticos que un(a) médico trata durante una emergencia”.

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