Después de muchas pérdidas, de muchos abusos y ataques, finalmente la sociedad, en este caso en Nanchital se suma en un solo grito para exigir justicia.
Cientos de mujeres marcharon exigiendo justicia por Itzel Dayana la adolescente de 16 años que fue asesinada en su domicilio de la Colonia San Regino el jueves a medio día.
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Fue un contingente en el que se sumaron amigos y familiares, tras el crimen donde la adolescente no fue solo asfixiada, sino también fue agredida sexualmente, pidieron que se dé con el paradero de él o los responsables e imploraron que se les castigue por el feminicidio.
Con el féretro de la menor de edad, mujeres caminaron por diferentes puntos del municipio donde gobierna Zoila Balderas Guzmán, incluso desde donde despacha la alcaldesa que se limitó a enviar condolencias a la familia vía redes sociales.
Previamente, el cuerpo de Itzel fue velado en un domicilio de la Colonia San Miguel, pues la casa donde fue asesinada se encuentra resguardada por la Policía Municipal de Nanchital.
Ahí también llegaron compañeros de escuela y familiares, quienes lloraron frente al ataúd en medio de la indignación por el terrible hecho que se suma a la violencia contra la mujer en el sur de Veracruz.
La señora Martha madre de Itzel, también exigió justicia y denunció que los policías municipales robaron dinero de su bolso al momento de acudir a la escena del crimen.
“Quiero que se llegue hasta lo último, era mi bebé, que se le haga justicia a mi niña y que su caso no quede impune como siempre queda”, manifestó.
En el sitio donde se le dio el último adiós, se escuchaba de fondo música cristiana con la que la recordaron todos los que acudieron a despedirse de ella.
“Todos queremos justicia para Itzel, que se llegue hasta lo último que se tenga que llegar, era mi bebé, que se le haga justicia a mi niña, que su caso no quede impune”, dijo la señora martha.
Explicó que este jueves tras saber la noticia de lo que le había pasado a su hija, llegó a su casa y en su desesperación aventó su bolso al mueble.
“Cuando llegué por la desesperación como madre quería ver a mi niña, tiré mi bolso a mi mueble pero como los vecinos ya le habían llamado a la policía no me dejaron pasar y cuando pasó mi esposo le pedí la bolsa y después entré y la saqué y me di cuenta que me habían robado. Solo la policía estuvo dentro de la casa”, señaló.
La señora Martha, narró que el jueves salió temprano a trabajar y dejó a su hija estudiando. A las 11:50 de la mañana Itzel le mandó un mensaje para saber cómo estaba y decirle que la esperaba para comer y ya no supo más de ella.
“Ella no se quedaba sola, a veces me la llevaba o se quedaba con su hermana, quería ser contadora, quiero justicia para mi niña”, precisó.
Amable, creyente de Dios y estudiosa, así fue descrita Itzel por sus conocidos.