El glorioso malecón de Coatzacoalcos se ha convertido en un cementerio de locales abandonados y sitios con estructuras a punto de venirse abajo.
Antros, restaurantes, sitios donde se podía degustar comida italiana, bares que se llenaban y hasta había filas de taxi esperando que saliera algún cliente para llevarlo a casa.
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Coatzacoalcos, el cementerio de los desarrollos inmobiliarios
Rocka Rock Canta Bar, Clamatos, La Edad Media, Cartagena, El Tigre, sitios donde expendían micheladas, todos cerrados y derruidos por dentro.
Incluso Cool Pool, uno de los billares más conocidos, cerró consecuencia de la crisis económica, inseguridad con el cobro de derecho de piso por parte de organizaciones criminales y ahora la pandemia de coronavirus que vino a recrudecer la situación.
Locales en venta, paredes grafiteadas, espacios donde crece más el monte y deambulan ratas en lugar de personas caminando entre las mesas.
Lugares donde se vendían Tlayudas, espacios en renta o que se han convertido en nidos de jóvenes que consumen algún tipo de droga es una constante en el malecón.
Marisquerías abandonadas, con inmuebles dañados por el paso del tiempo y las condiciones meteorológicas de Coatzacoalcos, aunado claro al salitre que hace de las suyas con todo a lo que no se le da mantenimiento en el segundo malecón más grande de México.
Restaurantes como María Fernanda nunca se recuperaron desde hace más de una década de crisis en Coatzacoalcos, donde los secuestros aumentaron y las extorsiones de los grupos criminales mermaron ganancias y ahuyentaron a quienes mantenían estos sitios.
Esteban Valles Martínez, ex candidato a la alcaldía de Coatzacoalcos posteó en sus redes sociales está serie de fotografías donde calificó como un símbolo de las ruinas y decadencia de la ciudad.
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