El regreso de Brenda Esther Manzanilla Rico representa un serio peligro para Nanchital, al menos es lo que demuestra el Órgano de Fiscalización Superior (Orfis), pues el saldo de la deuda al 2017 fue de un crédito por 32 millones de pesos que no ejerció, pero que junto a los pasivos pendientes dejó un adeudo de 82 millones 669 mil 857 pesos en detrimento del erario en su primer periodo como alcaldesa.
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En la actualidad, Manzanilla Rico busca nuevamente la alcaldía pero por PRI, aunque su pasada administración del 2014 al 2017 fue similar a la de su madre, María Esther Rico, cuya deuda pública fue de 14 millones 258 mil 406 pesos.
Sin embargo, la deuda de 32 millones de pesos fue concedida Brenda Manzanilla el 16 de mayo de 2017 a través del oficio 138/2017 en el que se expone el Decreto 276, recursos para refinanciar la deuda contraída con Banobras y que debió amortizarse en 120 meses, es decir, en 10 años, una década en la que el municipio continuará pagando anualmente dentro de su presupuesto de egresos.
En el caso de María Esther Rico no hay información en el portal de transparencia que justifique la deuda de más de 14 millones de pesos, mientras que con Brenda Manzanilla sólo aparecen a partir de 2015 y 2017 con 35 millones y 32 millones de pesos respectivamente, que los nanchitecos siguen pagando.
A esto se le suma la deuda heredada a los nanchitecos por Víctor Manzanilla Borja, padre de Brenda Manzanilla, quien cuando fue tesorero generó una deuda de más de 1 Millón 110 mil pesos, según la observación número 117/2010/011 emitida por el ORFIS
Si los nanchitecos dan su voto a favor de la conocida maestra, representa ser el aval para el enriquecimiento de esta familia que pretende vivir nuevamente a costillas del presupuesto anual de Nanchital e incrementar por más años la deuda pública.
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