La era de los diablitos está por terminarse, o al menos ese es el plan de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Así que si le juegas al vivo y tienes manipulado tu medidor, deberás prepararte por que la CFE va con todo, incluida la instalación de medidores inteligentes.
A lo largo de este año la empresa a cambiado o instalado al menos 2 millones 493 mil medidores (watthorímetros) para que se pague efectivamente por el consumo realizado.
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De acuerdo con su Programa de Ampliación y Modernización de las Redes Generales de Distribución 2019-2033, estas modificaciones le costarán a la empresa 5 mil 600 millones de pesos, nada en comparación con los 40 mil millones de pesos anuales que pierde por diablitos e infraestructura manipulada.
En promedio, cada dispositivo sustituido o instalado tendrá un valor de 2 mil 259.32 pesos, y su conexión se va a centrar en entidades que registran un notable rezago, con equipos de medición viejos o manipulados.
Para el estado de Veracruz, en las zonas de CFE Golfo Norte, se renovarán 179 mil, y en CFE Oriente, 150 mil.
Se estima que con el reemplazo de los dispositivos se puedan evitar robos de energía eléctrica equivalentes a 113 gigawatts-hora, con un valor de 207.4 millones de pesos.
El proyecto además de reducir el robo de energía, busca cambiar medidores en operación que se encuentren dañados o manipulados ayuda a recuperar ingresos, pues, revelan estudios de la propia empresa, si un usuario tiene un equipo obsoleto o manipulado, es partícipe de las pérdidas consideradas no técnicas de energía eléctrica, es decir, del robo del servicio consumido y no pagado.
En 2019 la CFE presupuestó la adquisición de 3 millones 580 mil 766 watthorímetros, y entre 2020 y 2024 el programa prevé hacerse de 10 millones 134 mil equipos más.
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De acuerdo con la filial CFE Distribución, al cierre de 2018 se contaba con 43.6 millones de usuarios a escala nacional, que es el último dato oficial disponible.
Para la toma de lecturas se dispone de seis tipos de medidores. En el país, 42.57% de los usuarios (aproximadamente 18.56 millones de clientes) disponen de equipos electromecánicos, mismos que no cumplen con la norma vigente y ya no se fabrican en México.
Ante la necesidad de disminuir las pérdidas de energía, ahora únicamente se instalan cuatro tipos de medidores: electrónico, escalado, básico y AMI. Del total de usuarios, aproximadamente 50.8% tienen medidores de autogestión, 1.33% son multifunción de media y alta tensión, 4.54% son de Infraestructura Avanzada de Medición (AMI, por sus siglas en inglés), y 0.41% son “escalados”. En tanto, 0.16% no cuenta con medición, debido a que son servicios temporales en baja tensión, así como cargas fijas de alumbrado público y cámaras de videovigilancia.
Para que CFE Distribución pueda realizar correctamente la cuantificación de la energía consumida es necesario que los servicios cuenten con sistemas de medición adecuados a la norma vigente.
Entre 2019 y 2023, un año antes de concluir la presente administración, se estima que habrán de regularizarse 44 mil 944 usuarios, que representan para la empresa ingresos por facturación de 80.90 gigawatts-hora.
Hace cerca de un año, durante operativos realizados a hoteles y comercios, se encontraron anomalías en la infraestructura eléctrica y/o en los equipos de medición del consumo de energía eléctrica de varias negociaciones en Coatzacoalcos, entre ellas la empresa “Dipepsa”, en los hoteles, “Los Andes”, “Suites Maviels”, “Zona G”, “Aguamarina”, “Terranova”, y en la fábrica de hielo “La Victoria”.
En un comunicado, la empresa señala que “durante el operativo los servidores públicos de la CFE de la Zona Coatzacoalcos recibieron amenazas por suspender la energía eléctrica ilícita al hotel “Terranova” y a la fábrica de hielo “La Victoria”. Estas empresas se encuentran en investigación por parte de las autoridades correspondientes”.